Marina y Leyre, campeonas

10/08/25 Dos jugadoras aragonesas se han proclamado durante este verano campeonas de Europa. Se trata de Marina Mata, quien conquistó la medalla de oro continental con la selección española U20. Y Leyre Urdiáin, quien también conquistó el trono continental con la selección nacional U18.

Dos grandes éxitos del baloncesto español a los que hay que unir otro nombre propio, el de Sergio Lamúa, entrenador aragonés que conquistó el título de campeón de Europa U18M con la selección española desde el cargo de entrenador ayudante.

MARINA MATA U20F

La U20 llegaba a la final tras haber ganado todos los partidos del campeonato salvo contra Bélgica en la fase de grupos. Una derrota que, en lugar de hacerlas dudar, hizo que desde ese momento mostrasen una mejor versión en cada partido hasta llegar a la final frente a Lituania, que venía de ganar en semifinales a Suecia.

LEYRE URDIÁIN U18F

La Selección U18 Femenina conseguía también el título de campeonas de Europa después de firmar siete victorias en siete partidos, superar en semifinales a Francia y superar en la gran final a Finlandia.

Después de la hazaña de semifinales, derrotando a la gran favorita, Francia, quedaba el último trabajo, y no por ello más fácil. Finlandia había firmado un buen baloncesto, eliminando a Bélgica en las semifinales y con una generación de jugadoras que fueron campeonas de Europa U16.

SERGIO LAMÚA U18M

Sexto título de España en un Europeo U18M, después del de 1998 de los júniors de oro, el de 2004 de Sergio Rodríguez, el de 2011 de Alex Abrines, el de 2019 de Santi Aldama y el de 2022 de Izan Almansa. En el de 2025 Guillermo del Pino pasará como el autor del triple ganador aunque el MVP ha sido el pívot Ian Platteew.

Un torneo espectacular, con siete victorias en siete partidos, un baloncesto muy atractivo y algunos nombres a seguir en los próximos años. Después de derrotar a Italia, otro de los grandes favoritos en semifinales, llegaba el turno de Francia, que había tenido un lado del cuadro más sencillo.

Los galos habían sufrido en octavos de final ante Bulgaria, pero su poderío físico les había ayudado a llegar hasta la gran final. Y allí estuvieron 11 arriba en el tercer cuarto y ocho arriba a falta de 41 segundos. Pero una canasta de Raúl Villar y 9 puntos consecutivos de Guillermo del Pino convertían el 71-79 en el 82-81. Un parcial de 11-2 en 40 segundos de juego que pasará a la historia.