01/04/22 Entrevista a Jorge Serna, presidente de la recién creada Asociación Aragonesa de Entrenadoras y Entrenadores de Baloncesto.
Jorge Serna, es Licenciado y Doctor en actividades físicas y del deporte con una larga trayectoria como profesor en la Universidad de Lleida. Pero, ¿Cómo nace su andadura en el baloncesto? ¿Cuál fue el momento clave para decidir querer ser entrenador?
Siempre cuento la misma anécdota con mi padre cuando tenía 11-12 años. Mi padre no tenía ningún vínculo con el baloncesto más allá de ir a ver a mis herman@s y a mi. Tras un partido en el que yo me comporté de una manera egoísta, él me hizo saber su opinión de una manera sincera y, probablemente, fue la primera persona que me enseñó el concepto “juego en equipo”. Probablemente, el primer pensamiento como entrenador se lo deba a él.
El segundo momento fue a la edad de 14 años cuando me llegó la posibilidad de empezar a hacer el Curso de Nivel I con profesores como José Luis Ereña, Javier Macipe, entre otros. Allí empezó todo. Empezó a despertar algo en mi. En el colegio y en casa mi mente se iba a ejercicios, sistemas de juego, sistemas defensivos. Pensaba en baloncesto 24 horas.
Posteriormente, encontré el INEFC- Lleida como el lugar para poder formarme académicamente. Todo lo demás ha sido consecuencia de esos tres momentos.
A partir de allí, equipos escolares, entrenar equipos de todas las categorías, ser ayudante en EBA, ayudante de LEB Oro hasta que aterricé en Monzón por el 2006 si no recuerdo mal.
Actualmente es entrenador del Junior Masculino de Casademont Zaragoza, tiene una amplia trayectoria dirigiendo equipos y en diferentes categorías, desde equipos de minibasket hasta equipos en LEB Oro, siendo también entrenador de la selección de Aragón. ¿Con cuál ha disfrutado más? ¿En qué mundo se encuentra más cómodo, en las categorías de formación o en las profesionales?
Como he dicho antes, yo me siento entrenador. Soy feliz en todas, disfruto en todas y trato de ser lo más exigente posible conmigo mismo en todas ellas. Actualmente, estoy disfrutando mucho, pero también lo hacía en profesionales, en escuelas de minibasket de colegios, en las selecciones de Aragón, en todas las experiencias vividas y las que me quedan por vivir.
Es cierto que desde hace unos cuantos años estoy más enfocado en clubes profesionales bien como primer entrenador o, como en la actualidad, en el filial-Junior pero me encanta ver entrenamientos y partidos de mis hijos, de equipos del club, partidos en patios de colegio. Soy un fan de cualquier tipo de expresión baloncestística.
Por otro lado, también es padre de dos hijos y al mismo tiempo entrenador, ¿Cómo ve el gremio del entrenador desde ambos puntos de vista? ¿Cómo se lleva la conciliación familiar?
En mi caso, todo depende de mi compañera de viaje, Roser, a la que se lo debo todo. Gracias a ella puedo hacer lo que hago. Ella fue jugadora de baloncesto, entrenadora, actualmente jugadora y directiva de un club de fútbol y entiende este “mundillo” a la perfección. Mis hijos juegan y compiten en varios deportes y digamos que nuestra vida está vinculada 100% al mundo de los deportes. Nuestros fines de semana pueden tener entre 6 y 10 partidos fácilmente. La logística familiar es muy particular, jaja.
Después de toda su trayectoria por diferentes equipos y categorías, ahora forma parte de la Asociación Aragonesa de Entrenadoras y Entrenadores de Baloncesto. ¿Cómo nace esta idea? ¿Qué papel va a desarrollar Jorge Serna?
Esta idea nace cuando un grupo de entrenadores y entrenadoras intercambian opiniones sobre sus vivencias referentes a su profesión como entrenadores. A partir de aquí deciden quedar varias veces para debatir sobre diferentes temas y a lo largo del verano de 2020 empezaron a pensar en la idea de formar una asociación de entrenadores. Jaime Aznar, los hermanos Fernando y Miguel Colom, Ángel Rovira, Rubén Herrán, Guillermo Beired y Vidal Abad fueron los generadores de la idea. A mi me propusieron ser el Presidente en Septiembre aproximadamente del 2020 y aquí estamos. En esa época se incorporó también Amaya Bretón. Posteriormente, se incorporó la turolense María José Villarroya.
Mi papel es básicamente ayudar en la creación, en la difusión y en dar los primeros pasos y, cuando se produzca, pasar el testigo a otra compañera o compañero que desee continuar. Pienso que si en este primer ciclo podemos consolidar, proteger y enorgullecernos de sentirnos entrenadoras y entrenadores será una de las cosas más importantes en mi carrera deportiva. Y, por supuesto, ayudar a la Asociación a crear contenidos formativos y asesoramiento a entrenadoras y entrenadores que lo soliciten. Nuestra Asociación pretende ser un espacio donde podamos acceder a contenidos que ayuden en nuestro día a día como entrenadoras y entrenadores.
Recientemente, estamos viendo que se están formando muchas asociaciones de entrenadores en diferentes comunidades autónomas. ¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Qué se busca con estas asociaciones?
Pienso que son espacios fantásticos donde generar relaciones personales, intercambio de información, compartir experiencias y crear un sentimiento de pertenencia a un gremio.
Ser entrenador puede ser interpretado como una profesión de cierto riesgo en la actualidad y sentir el apoyo de las compañeras y compañeros me parece ideal. Debemos proteger, cuidar y defender la figura de la entrenadora y el entrenador. Querernos mucho, respetarnos mucho, hacernos valer para que nuestro papel en la sociedad sea relevante y, en consecuencia, respetado social y económicamente.
Anteriormente, ha habido otras asociaciones de entrenadores en Aragón pero ninguna ha sobrevivido por diferentes motivos. ¿Qué objetivos se marca esta asociación? ¿Qué diferencias puede haber con las predecesoras?
Pues pienso que el primer objetivo era su creación. El segundo debería ser su divulgación para la integración el mayor número de personas y no tratar de sobrevivir, sino de vivir muchos años y consolidarnos en el baloncesto aragonés.
No puedo ni quiero comparar porque no conozco lo que sucedió, lo que yo veo de esta asociación es romanticismo, ganas de ayudar, ningún interés lucrativo sino todo lo contrario. Las personas que he nombrado y configuran la Junta Directiva de la AAEEB solo han mostrado generosidad y solidaridad desde el primer día.
Si pudiera pedir un deseo para la asociación, y este se fuera a cumplir, ¿Cuál sería?
Crear un espacio donde todas y todos los entrenadores se sintieran acompañados, protegidos y arropados por sus colegas. Un entorno donde no hubiera colores de camisetas, grupos de poder, diferencias por edad, nivel o biografía. Y que todos y todas nos sintiéramos uno más entre colegas de profesión, de hobby y/o de pasión.
Y por último, ¿Qué consejos darías a aquellos entrenadores que están empezando?
Pues creo que el mejor consejo es que solo entrenen si están realmente ilusionados por aprender y por enseñar este magnífico juego. Probablemente la mejor lección que puedan impartir en sus jugadores es la pasión por este juego.
Hay un libro, “Las claves del talento” de Dan Coyle que explica 3 aspectos fundamentales para cualquier tipo de talento profesional, la primera de las cuales es la Ignición. Esta palabra se refiere a una llama interna que te apasiona, algo que te hace levantarte a las 3 de la mañana a pensar en ello y trabajar en ello. Esa ilusión que te hace movilizarte al 100%. Que te provoca hacer cosas que la lógica dictaría como estúpidas o ilógicas. Pues yo les diría que investiguen en su interior cuál es su ignición. Si es baloncesto, pues bienvenido al equipo. Si no lo es, que sigan buscando su verdadera pasión.
Conociendo a Jorge en 24 segundos
- Un entrenador/a: Pedro Martínez
- Un club/colegio: mi origen estuvo en Cosehisa Monzón, fue mi primera experiencia en EBA. Tengo un recuerdo muy muy especial de Monzón.
- Un jugador/a: Luis Jordán, era mi ídolo cuando yo era cadete y junior. Eran los años 90 cuando yo era Delegado del equipo de Pepe Sanromán en UGT Aragón de 2ª Nacional y con mi amigo Israel Bayle nos pasábamos los fines de semana viendo partidos de esta liga. Era un ídolo de carne y hueso. No tuve la suerte de conocerlo personalmente pero siempre que podía iba a ver a Jordán jugando en El Salvador. En la edad adulta, mi jugador preferido es Quino Colom, no solo por su calidad como jugador sino por su calidad humana.
- Un detalle técnico: Un buen pase, me da igual cómo y en qué situación, pero un pase con calidad. Y por supuesto, una mecánica de tiro eficiente.
- Un detalle táctico: La ocupación de los espacios en las situaciones de bloqueo directo.
- Un detalle de equipo: Comunicación colectiva.
- Un estilo de juego: La presión defensiva, el contraataque y el juego en llegada.
- ¿Entrenador de Formación o Entrenador de Competición? Yo creo que el entrenador es entrenador. Lo que pienso sí pienso es que hay dos tipos de ligas: ligas de formación y ligas de rendimiento. En las ligas de formación, que son la gran mayoría, tenemos que formar jugadores y equipos en un escenario competitivo. El objetivo, desde mi punto de vista, es la construcción de personas en un contexto colectivo competitivo. En las ligas de rendimiento, puede haber formación o no, depende de muchas cosas, una de ellas, sin duda, la ideología del entrenador. Pero, en estas ligas, el objetivo es, prioritariamente, la victoria. No es que esté de acuerdo con ello, es lo que esta sociedad reclama en ese tipo de ligas. Ojalá tuviéramos una sociedad donde no hubiera una polarización tan elevada del resultado pero…
- Una virtud tuya: La pasión.
- Un punto a mejorar en ti: Muchísimas a mejorar pero, probablemente, la falta de pausa sea la que más problemas me ha originado. La he ido mejorando pero aún me queda trabajo.
- Un recuerdo: tengo muchísimos. Algunos muy positivos como: la medalla de plata con Infantil Femenino de Aragón, la última jornada de la temporada 2016-2017 con Força Lleida que mantuvimos la LEB Oro ganando a Manresa en el Nou Congost, el Campeonato de España Infantil Masculino y la Minicopa con Basket Zaragoza, la Euroliga del año pasado con el Junior de Casademont Zaragoza y muchas otras sin duda. Por supuesto, también tengo algún recuerdo negativo, pero, afortunadamente, mi memoria ha decidido guardar más positivos que negativos. Estos son los recuerdos vinculados a equipos y a victorias o derrotas pero tengo muchísimos como cada vez que un jugador al que he entrenado ha crecido en ligas superiores, como el caso de Sergi Quintela, Garret Nevels, Quino Colom, Javi García, Jaime Pradilla, entre otros. Actualmente, cuando los chicos de la cantera de Casademont van subiendo al equipo ACB o han ido al Peñas Huesca a echar una mano. Cuando los jugadores con los que trabajo representan a sus selecciones nacionales o autonómicas. La verdad es que me siento muy feliz en muchas de esas situaciones. Porque entiendo que son experiencias chulísimas y que se lo merecen. Y, por supuesto, los jugadores y jugadoras que he entrenado, que no han desarrollado sus carreras a nivel profesional sus carreras deportivas pero que sigo manteniendo el contacto.
- Un legado del baloncesto: Gracias al baloncesto conocí a mi esposa y, en consecuencia, vinieron mis hijos. Construir mi familia gracias al baloncesto. Poco más se le puede pedir a este deporte.
- Ataque o defensa: 50%. Entiendo el juego desde la interacción de ambos lados de la cancha. Y trato de destinar un tiempo proporcional en el entrenamiento semanal a ambos.
- Canasta o asistencia: No hay asistencia sin canasta. Ojalá los pases modificarán los marcadores pero no es así. Desde mi punto de vista, el juego en equipo es absolutamente fundamental, me encanta, soy un fan del juego con pases, del equilibrio ofensivo, del juego colaborativo. Pero, lamentablemente, este juego en equipo al final acaba con la pelota en las manos de un jugador que tiene que intentar meter la canasta. El talento individual en relación a la finalización a canasta es clave. Nuestras investigaciones en el INEFC-Lleida muestran que la acción que modifica el marcador, la acción que determina el éxito ofensivo es el lanzamiento. Ahora bien, el juego en equipo tiene que buscar de manera coordinada el mejor lanzamiento del equipo posible. Por tanto, juego en equipo y talento individual deben convivir en un entorno no siempre sencillo.