El martes, 5 de marzo, falleció a los 65 años de edad Rafael Oliván Puyuelo, reconocido médico oscense que fue directivo del Club Baloncesto Peñas en la época dorada del club en la Liga ACB como vocal de la comisión deportiva y servicios médicos. Y actualmente seguía al primer equipo del club como socio.
Rafael Oliván era una persona afable, que era conocido por muchos como el campeón de la sonrisa, comenzó su trayectoria en el baloncesto como jugador del San Viator de Huesca, jugando una temporada en La Salle Bonanova de Barcelona en los setenta, lo que significó todo un hito en aquellos años. Posteriormente formó parte del CB Zoiti, embrión del CB Peñas Recreativas.
Como jugador destacaba por su impresionante físico y gran potencia de salto, que desarrolló gracias a la práctica simultánea de saltos en atletismo.
Compatibilizó el baloncesto con sus estudios de medicina y ejerció como médico rural y militar, siendo jefe de sanidad del contingente español en los Balcanes en los años noventa.
El pasado mes de octubre presentó en Huesca una pequeña novela, Cuando canta el petirrojo, que había nacido de una serie de cuadernos de bitácora que escribió durante su estancia en los Balcanes. Aseguraba que ese libro era su modesto homenaje a aquellos hombres que hace cien años vivían dedicados a la medicina.
Desde la Federación Aragonesa de Baloncesto queremos enviarle todo el apoyo, ánimo y nuestro más sentido pésame a al familia del baloncesto oscense, a sus familiares, amigos y especialmente a su mujer, María Paz Lafuente, sus dos hijas y nietas.
Descanse en Paz.