ANTONIO SIERRA (COMUNICACIÓN FABASKET) Entrevistamos a uno de los jóvenes de mayor proyección del baloncesto aragonés, Javier García Sánchez, quien a sus 19 años ya forma parte de la plantilla del Casademont Zaragoza de la Liga ACB y ha conquistado grandes éxitos a nivel nacional e internacional, como la medalla de oro que conquistó con la selección española en el Europeo de 2019.
La clave de su éxito, y lo que le puede llevar a hacerse un hueco en un mundo tan difícil como es el baloncesto profesional, es el trabajo, su capacidad de esfuerzo, su intensidad, sus ganas de mejorar, su humildad y una cabeza muy bien amueblada, situación en la que ha sido y es clave su familia.
Fotos: Esther Casas (Casademont Zaragoza)
¿Cómo comenzó tu afición por el baloncesto?
Al principio me gustaba tanto el fútbol como el baloncesto. Al final mi madre me convenció y me decanté más por el baloncesto porque en La Salle Franciscanas había una muy buena organización en la sección. Además empecé a ver a la selección española, al Basket Zaragoza… y ya me enganche todavía más por el baloncesto.
¿Qué recuerdos tienes de tus inicios en La Salle Franciscanas?
Mis inicios en La Salle los recuerdo con mucho cariño, sobre todo a Marta Gómez, coordinadora de baloncesto y quien me enseñó muchos valores del baloncesto y técnica individual junto con Javi y Sara Plou, Alfonso Sierra o David Fleta… Recuerdo que perdíamos todos los partidos contra los grandes clubes de aquí pero en esos años nos me divertía mucho cada fin de semana con mis amigos de siempre.
En 2014 te incorporas al Basket Zaragoza, club en el que llevas siete temporadas. ¿Qué han significado para ti estos siete años?
Fue un salto que me hizo mucha ilusión. Después del Campeonato de España de Selecciones de Minibasket empecé a hacer entrenamientos con el equipo infantil de Basket Zaragoza y hasta hoy. En estos años he tenido muchos entrenadores, muchas horas de baloncesto y mucha competición. Cada tarde tenía más ganas de ir al pabellón Príncipe Felipe a entrenar y cada partido, torneo, campeonato… eran fechas que siempre esperaba con ganas. Han sido unos años en los que me he sentido muy a gusto.
Has representado a Aragón en los Campeonatos de España de Alevín, Infantil y Cadete. ¿Qué recuerdos tienes de esas competiciones?
Para mí los Campeonatos de España de Selecciones eran un premio, al fin y al cabo ibas a competir contra los mejores de tu año de España, y representar a Aragón para mí siempre ha significado mucho. Recuerdo la selección alevín con Jesús Cubría, la infantil con Miguel Giménez y la cadete con Santi Pérez que fuimos terceros. Eran años que tenían siempre esa motivación extra de luchar por ir a la selección para jugar el Campeonato de España. Y la medalla de bronce con la selección cadete fue un premio a mi generación por todos los años anteriores.
Has formado parte de las selecciones españolas U15, U16, U17 y U18. ¿Qué significa vestir la camiseta nacional?
Sí, mi primera convocatoria fue en con la U15 en Zaragoza, con Javi Zamora como seleccionador. Desde entonces he estado en las siguientes convocatorias y la verdad es que es un orgullo vestir la camiseta de la selección nacional.
En 2019 fuiste uno de los jugadores más destacados del Europeo U18 de Creta, donde España conquistó la medalla de oro. ¿Cómo valoras ese gran éxito?
Ha sido seguramente la mejor experiencia que me llevo hasta ahora en el baloncesto. Conseguir la medalla de oro en el Europeo U18 fue increíble. Éramos un grupo muy unido y eso se vio reflejado en la pista. Me sentí cómodo jugando y eso me permitió realizar un buen europeo, disfruté mucho. Javi (Zamorano) me dio mucha confianza y eso se notó en el juego.
En 2019 también tuvo lugar tu debut en la Liga ACB, fue frente al Obradoiro, en el Príncipe Felipe, en un partido que se saldó con victoria y en el que anotaste 6 puntos. ¿Qué sentiste al saltar a la pista delante de la marea roja?
Fue un momento que nunca olvidaré, es el sueño de todo canterano de Zaragoza: jugar delante de la afición en el Príncipe Felipe. Al principio estaba un poco nervioso pero luego te vas soltando y disfrutas como nadie. Probablemente otro de los recuerdos de ese año que nunca voy a olvidar.
Esta temporada no está siendo la esperada a nivel de resultados en la ACB. ¿Confías en que el equipo consiga alcanzar su mejor nivel en la segunda vuelta?
Estamos entrenando bien y mejorando detalles en defensa que nos llevarán a una mejoría colectiva y confío en que podamos cambiar la situación.
¿Cómo se lleva lo de jugar sin el apoyo de la afición en el Príncipe Felipe?
Para nosotros es un apoyo fundamental y en los partidos se nota mucho. Espero que lo antes posible la ‘marea roja’ pueda ir a los partidos para darnos esa chispa, siempre que se cumplan las garantías sanitarias necesarias.
Eres muy joven -19 años- y estas en proceso de formación. ¿Cuáles son los aspectos del juego en los que más estas trabajando para mejorar?
Estoy trabajando técnica individual de bote, lectura en bloqueos directos, ejercicios de tiro y pase. De Rodrigo San Miguel aprendo mucho, su carácter en la pista y el cómo liderar a un equipo, ya que para nuestra posición es fundamental ese aspecto.
¿Qué es lo mejor que te ha dado el baloncesto?
El baloncesto es muy importante ahora en mi vida y lo ha sido siempre. Lo bueno que tiene es que en un futuro me va a servir para el día a día. Hasta ahora me ha dado momentos inolvidables y muchas amistades.
¿Qué personas te han ayudado más en tu trayectoria deportiva?
Los que más me han ayudado sin duda son mis padres que siempre están ahí para que no me tuerza en el camino. De pequeño Marta Gómez me enseño mucho, mis entrenadores Jorge Serna, Miguel Giménez, ‘Titín’ Cubría, Miguel Delgado, Carlos Iglesias, David Valero, Javi Zamora, Santi Pérez… A todos ellos les tengo mucho aprecio y les agradezco todos los momentos vividos.
¿Siendo jugador profesional se puede compaginar estudios y deporte?
Sí que se puede compaginar, hay tiempo para sacarse una carrera o cualquier estudio a la vez, pero sí es verdad que también es difícil. Empecé estudiando enfermería pero se me hacía imposible, por ejemplo, porque las clases eran de mañanas y tenía muchos viajes. Decidí cambiarme a psicología a distancia y, de momento, estoy pudiendo compaginar ambas cosas. Es esfuerzo y sacrificio pero hay que formarse.
¿Qué esperas del futuro en lo que se refiere al baloncesto?
Ahora mismo pienso en esta temporada, en luchar para conseguir minutos y aprovecharlos para seguir creciendo como jugador y como persona. Y aportar todo el trabajo y esfuerzo para que el equipo acabe lo mejor posible la temporada.