Historia Federación Aragonesa

Desde que el baloncesto fue introducido en España por el padre escolapio Eusebio Millán en Barcelona en 1921 hasta ahora, este deporte ha cambiado de una manera sustancial. En Aragón se introdujo, años después, a través de la presencia de los militares americanos en la Base Aérea, integrándose en sociedades como el Centro Natación Helios, el Real Zaragoza Club de Tenis o el Iberia, que llegaron muy arriba en las competiciones nacionales. Era entonces un deporte minoritario que se jugaba en pistas al aire libre, sin apenas organización interna pero con un gran entusiasmo por un sector de la juventud que trabajó con ilusión para implantarlo en la sociedad aragonesa.

Carlos Chausson fue el primer presidente de la Federación Zaragozana, al que siguió durante muchos años Enrique Aúba, que fue sucedido por Pedro Gómez Saliz. De manera generosa y sin apenas medios, los directivos trabajaban codo a codo con los clubes y se solucionaban con buena voluntad y entrega los problemas de infraestructura y organización.

La crisis provocada en el baloncesto español tras el Campeonato de Europa de 1972 celebrado en Barcelona y Badalona, movió a Ernesto Segura de Luna, Presidente de la Española, a buscar dirigentes de confianza para elevar el nivel del baloncesto en nuestro país a través de las federaciones provinciales. Una junta gestora, compuesta por Julio Descartín, César Osánz, José Luis Rubio y Enrique Sanz Embid, dio lugar a las elecciones celebradas en 1973, ganadas por este último frente a Fernando Medalón, también candidato a la presidencia.

Enrique Sanz Embid, con 26 años, se hizo cargo de una Federación que, entre otras cosas, asumió la actividad del baloncesto que hasta entonces dependía del Frente de Juventudes y la Sección Femenina, en sus categorías de base. El baloncesto femenino contaba con cuatro equipos en 1ª B y el masculino comenzaba a gestarse de manera especial en el Centro Natación Helios. Enrique Sanz recuerda que «asistimos al primer curso de directivos los presidentes provinciales, preparándonos para el cambio que iba a llevarse a cabo en el baloncesto español.

Nosotros, por nuestra parte, comenzamos a realizar también cursillos de formación, aglutinando los diferentes sectores de nuestro deporte. Potenciamos el baloncesto de base sabiendo que a través suyo conseguiríamos elevar su nivel. Fernando Arcega y Epi, por ejemplo, tuvieron la oportunidad de llegar a lo más alto gracias a la famosa «Operación Altura», puesta en marcha por le Federación Española pero controlada por las provinciales».

Se organizó el Comité Provincial de Árbitros y se convocaron las primeras elecciones democráticas en ese colectivo. «Mi época -comenta Enrique Sanz- fue vertiginosa y apasionante porque se trataba de sentar las bases del nuevo baloncesto. Éramos gente joven, con muchas ilusiones, que después nos integramos en proyectos que consiguieron importantes éxitos deportivos, como la construcción del CAI Zaragoza o del Banco Zaragozano, clubes que obtuvieron títulos de Copa y arrastraron gran cantidad de gente a los pabellones como practicantes y simples aficionados. Pusimos, en definitiva, los cimientos donde se asentó posteriormente el baloncesto aragonés»

En 1976 accedió a la Federación Zaragozana José María Escribano Fachal, miembro de la junta gestora y presidente de la Asociación de Entrenadores. El baloncesto aragonés estaba en embrión, caminaba a la par que el nacional, y no se había desarrollado todavía. El crecimiento del CAI Zaragoza favoreció el interés de la juventud por este deporte que tuvo su despegue con la consecución de su primer título de Copa.

Para Escribano «fue muy satisfactorio comprobar cómo se iban haciendo pequeños los pabellones; primero, el de la Caja de Ahorros frente a la Romareda y después el Palacio de los Deportes, lo que obligó al Ayuntamiento a tomar la decisión de construir el Príncipe Felipe. Fueron unos buenos momentos para el baloncesto porque crecía el equipo femenino y el Peñas de Huesca también se asomaba a la ACB».

El baloncesto penetró en los colegios, una pista era de reducidas dimensiones en comparación con un campo de fútbol, y la mujer miró con agrado este deporte al que se entregó completamente, como destaca el entonces presidente: «Pasamos de las 700 licencias con las que me encontré a mi llegada a la presidencia, a casi 2.500 cuando me marché. El nivel había subido muchísimo en todos los aspectos y los medios de comunicación se sumaron al tirón apostando por el baloncesto».

La medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles con la participación de Fernando Arcega en la selección fue también un detonante en la pasión por el baloncesto que se vivió en Zaragoza. José María Escribano destaca, en el plano negativo, «la falta de formación en los entrenadores y la escasa estructura en los clubes, al margen del CAI Zaragoza».

La Ley del Deporte y la asunción de las transferencias en esta materia por la Diputación General de Aragón, obligaron a constituir la Federación Aragonesa de Baloncesto. Como era lógico, Escribano se hizo cargo de la transición y tras unos meses de acoplamiento dimitió, aunque siguiera en la Federación Española como directivo hasta 1989 con Ernesto Segura de Luna y Pedro Sust en la presidencia.

A finales de 1985 se convocaron elecciones a las que concurrió en solitario Moisés Campos Cacho. Con el apoyo de los clubes de El Olivar, Compañía de María, Salymer y Stadium Casablanca, fue nombrado presidente el 8 de enero de 1986. Su primera junta directiva estaba compuesta por Carlos Lahoz, Enrique Martínez e Isidro Lázaro como vicepresidentes; José Miguel Sierra, secretario; Leandro Díez, tesorero; Juan Carlos Labarta, responsable de la asociación de clubes; Javier García, vocal de actividades; Víctor Merino, presidente del Comité de Árbitros; Juan Manuel Lestón, presidente del Comité de Competición; Santiago Monclús, Presidente del Comité de Apelación; Antonio Arruga y Alfredo Betrán, directores técnicos. Esa legislatura se produjo el cambio de ubicación de la Federación, que se trasladó a la calle Gran Vía. La Federación creció de manera espectacular, pasando de 2.495 fichas en 1986 a 10.763 en 1988.

En 1988 se convocaron nuevamente elecciones para ajustar los mandatos a los años olímpicos y se mantuvo en la presidencia Moisés Campos. Incorporó a su junta a Fernando Galindo, Moisés del Barrio, Fernando Fatás, Enrique Lestón, Pedro Enériz y José Luis Ereña. Dimitió en julio de 1990 después de la Final Four disputada en el Príncipe Felipe de Zaragoza y tras la celebración de la IV Copa Mediterránea en Teruel y el Campeonato de España Pasarela. Dejó la Federación por motivos personales, contrajo matrimonio ese mismo año, saneada económicamente la Federación y con dos equipos en Liga ACB (CAI Zaragoza y Peñas de Huesca) y Banco Zaragozano en Primera División Femenina.

Moisés Campos destaca de sus años al frente de la Federación «la evolución del baloncesto aragonés y su incremento en el número de jugadores, la explosión del baloncesto de élite con los dos títulos de Copa del CAI y Banco Zaragozano. También la celebración la final la Copa de Europa y del Mundobasket 86. Cambiamos de sede a unas oficinas más amplias, que se dotaron de la tecnología necesaria para dar un paso adelante». Su testamento fue, según sus propias palabras, «la humildad y el bien hacer, el trabajo constante y la organización, consiguiendo el apoyo de las instituciones locales y regionales y una magnífica relación con la Federación Española».

Pedro Romeo Unzurrunzaga le sucedió en 1990 asumiendo un tiempo de transición eficazmente realizada desde la discreción, con la inestimable aportación de Carlos Lahoz Mustienes, que siguió como vicepresidente de la Aragonesa y accedió a la vicepresidencia de la Española, nexo de unión importante en un momento decisivo para el baloncesto de nuestro país. Carlos Lahoz, tristemente fallecido, ha sido una de las personas que han dedicado con más brillantez su tiempo al baloncesto de nuestra Comunidad.

Manuel Gómez Calatayud, tristemente fallecido el 8 de febrero de 2018, acudió a las elecciones de 1992 y estuvo al frente de la Federación Aragonesa de Baloncesto hasta el año 2012, cuando decidió no presentarse a las elecciones por problemas de salud. En las primeras -1992-, accedió de la mano de Carlos Lahoz y José Miguel Sierra, vicepresidente y secretario general con los dos anteriores presidentes. Debutó con el Campeonato de España de clubes en Albacete, con el título conseguido bajo la dirección técnica de José Luis Abós.

Lo peor fue la desaparición del baloncesto de élite en categorías masculina y femenina. «Fue un auténtico golpe» -asegura Manuel Gómez- «que repercutió en el baloncesto de base al no existir referencias en la ACB, aunque la inercia hizo que se mantuviera el número de licencias. Además, comenzó el declive de la selección española que tan buenos resultados había cosechado la década anterior. La cantera aragonesa no tuvo salida y se quedaron grandes jugadores por el camino». En 1997 repitió como presidente y su objetivo fue volcarse con la base: «Mantuvimos el nivel en los campeonatos autonómicos y se potenció el trabajo con la cantera. Que se produjeran varios fracasos a la hora de poner en marcha un equipo masculino de ACB también desilusionó al colectivo, que se resignó a desaparecer de las competiciones de alto nivel».

En su tercera legislatura, que comenzó en 2001, sus objetivos fueron revitalizar el baloncesto a través de la Escuela Aragonesa de Entrenadores, mantener el potencial de las selecciones autonómicas y solucionar el problema arbitral, entrado en las escasas incorporaciones a este estamento, sobre todo en las categorías inferiores. «El cambio de sede ha sido muy positivo ya que en la recién inaugurada de la calle San Jorge ofrecemos un mejor servicio y tenemos centralizados todos los departamentos de la Federación. La puesta en marcha de la página web ha sido también un gran avance que nos permitirá una mayor fluidez en la información y en la atención a los clubes, jugadores, técnicos, árbitros y medios de comunicación», aseguró Manuel Gómez.

En la última legislatura de Manuel Gómez -2008-2012- tuvo lugar un nuevo cambio de sede de la FAB, que se traslado a un local más amplio en la calle Gascón de Gotor 7, y se impulso la adaptación de los medios de Fabasket.com a las nuevas tecnologias móviles. Además se creo el Blog La Pizarra y comenzó a dar sus primeros pasos la Revista Digital BASKETFAB.

En el año 2012 y hasta la actualidad tomó las riendas de la Federación Aragonesa de Baloncesto José Miguel Sierra Porrohe, quien fue elegido por unanimidad en 2012, 2016 y 2020. José Miguel Sierra agradeció «la confianza depositada y el apoyo unánime de los representantes del baloncesto aragonés». Y aseguró que «voy a seguir trabajando con la máxima ilusión, pasión y dedicación para intentar mantener e incluso superar las costas que ha alcanzado el baloncesto aragonés en los últimos años, en los que con el apoyo y el trabajo de todos los que formáis parte de esta gran familia, se han conseguido unas cifras de participación, 16.000 licencias, que parecían inalcanzables hace años. Y hemos logrado que nuestro baloncesto sea conocido y respetado, tanto a nivel nacional como internacional, a través de la organización de eventos y campeonatos del máximo nivel».

De la mano de José Miguel Sierra la FAB inicio una etapa de gran reconocimiento a nivel nacional con la organización en Aragón de Campeonatos de España de Clubes y Selecciones, así como eventos de carácter internacional como los Mundiales U17, que por vez primera se celebraron de manera conjunta en categoría masculina y femenina. Ese reconocimiento le llevó a ser nombrado Vicepresidente 1º de la Federación Española de Baloncesto por Jorge Garbajosa -presidente FEB- en julio de 2016.

SEDE PROPIA
En el inicio de la temporada 2016-2017 José Miguel Sierra hace realidad uno de sus sueños, que la Federación Aragonesa de Baloncesto tenga una sede moderna, propia y del nivel que se merece el desarrollo del baloncesto aragonés. Y la FAB se traslada sus oficinas a la Plaza Herrera de los Navarros 2 de Zaragoza. Un local moderno de más de 300 metros, dos entradas, diez despachos y un aula de gran capacidad, que además pasa a ser propiedad del baloncesto aragonés.

En estos años se mantiene el apoyo del patrocinador oficial de la FAB, IBERCAJA, que es fundamental para mantener e incrementar nuevos proyectos, y se incrementa el número de empresas del ámbito privado que apoyan al baloncesto, situaciones que permiten asentar las actividades de promoción y formación y crear otras nuevas como el Programa Talentos.

En la temporada 2017-2018 la Federación Aragonesa de Baloncesto alcanza cifras impensables hace unos años en las Redes Sociales, la página web de la FAB vive una nueva reestructuración, con cambio de imagen y adaptación a las nuevas tecnologías móviles, y los resultados son récord de usuarios – 160.000- y de páginas vistas -2.500.000 anuales-.

En el año 2012 y coincidiendo con el 25 aniversario de la constitución oficial de la FAB, José Miguel Sierra instaura las Galas del Baloncesto Aragonés, que tienen un gran éxito, y que sirven para poner en valor nuestro baloncesto, recordar y reconocer a personas y entidades que han forjado la brillante historia del baloncesto aragonés.